¿Qué harías si el mundo se apaga para siempre? La serie ‘Revolution’ nos da una idea: ¡comprobémoslo!
Bienvenido a la tierra 15 años después del apagón, un lugar donde no funcionan las pilas ni los motores, ni el twitter ni el facebook. ¿Qué sería de nosotros? Más de uno se suicida fijo… Arriba podéis ver el tráiler de la serie de Syfy ‘Revolution’, que nos ha dado la idea. Un compañero se ha prestado a pasar esta calvarie inhumana y va a intentar sobrevivir a un día sin electricidad. Aquí os dejamos su estremecedor relato…
07.30 Wake up men!
Mi despertador solar de la Tropa Goofy que me regaló en 1996 la revista del Club Disney, sigue funcionando perfectamente y consigue despertarme. Se presenta un día muy duro. Mi primer impulso es lanzarme a ver el Facebook y el Twitter, pero mi Smartphone no tiene batería así que comienzo el día mordiéndome las uñas porque no sé cuál será el TT tonto del día, ayer hubo un concurso de saltos de famosos y estoy seguro de que la creatividad de la gente habrá aflorado por todo mi timeline.
07.35 Mi ducha con velas y agua fría, pura delicia
He preparado un montón de velas para mi ducha, no porque me vaya a dar un baño sensual con Scarlett Johansson, sino porque mi baño no tiene ventanas y sin luz se ve menos que con las gafas de derribar los bolos del Grand Prix. A este ambiente encantador se le une el agua fría que genera mi caldera, apagada por la falta de electricidad. El agua fría me evoca lugares como el Polo Norte y pienso en los esquimales y lo poco que se ducharán.
08.00 Café con grumos y galletas
El café soluble, de toda la vida, está inventado para dar lo mejor de sí en la leche caliente, en la leche fría es como Alfonso Díez y la Duquesa de Alba, que no casan bien. Ya me gustaría ver a George Clooney, con su sonrisa mañanera, revolviendo como un energúmeno su café para que le quede sin grumos. Resultado, la mitad del café sigue en la cuchara y es como comer galletas con engrudo. Muy nutritivo.
09.00 Lucha con jubilados por un periódico gratuito
Para enterarme de las noticias tengo que conseguir un periódico gratuito. Una larga cola me avisa de que conseguirlo en la puerta del Metro no va a ser fácil. Una mafia de señores viejos controla la fila, dejan colarse a sus colegas y ralentizan todo en general. Cada miembro de la mafia se lleva más de un ejemplar, y le digo –“señor las noticias son las mismas en todos los periódicos”. Me mira con odio y siento miedo porque las señoras de la cola empiezan a espetar –“Qué vergüenza esta juventud, no respetan nada”. Al final voy al kiosko y me compro uno.
09.30 Trabajar a la antigua usanza
He tenido que subir a pie las seis plantas para llegar al trabajo, porque el de seguridad también se ha enterado de mi reto. Que majo. Mi jefe también se ha enterado de que no puedo usar la electricidad, así que en mi mesa me encuentro una bonita máquina de escribir y un bote de Typex. Un detalle lo del Typex. Lo único bueno es que me siento un poco Don Draper, en pleno proceso creativo, lo malo es que no tengo whisky y la gente viene a mirarme, por aquello de la curiosidad. Les falta tirarme cacahuetes.
14.00 Mi comida sin Homer Simpson
Llego del trabajo con más hambre que los leones de Ángel Cristo. Me abalanzo sobre la nevera y examinó su interior (no examino nada porque la lucecita no se enciende) y saco unos macarrones de ayer. Los pongo un rato al sol para que se templen, pero finalmente decido hacerme un sándwich. La falta de luz me impide comer con Los Simpsons, así que opto por leer lo que tengo más a mano, el papel de un yogur. La lectura es un rollo, así que decido echarme un ratito.
19.05 ¿Dónde estoy?
Como nada me despierta, el ratito de siesta se ha convertido en tres horas y media de sueño profundo. Me despierto de noche, desorientado, pensando en los bífidos del yogur y con el pelo como el señor Barragán. Quiero un café, pero desisto rápidamente al pensar en la experiencia grumosa de la mañana. Mi cabeza se pone a pensar y da con la solución; mi aporte de cafeína me lo dará un caramelo de Coca cola rancio de la pasada cabalgata que Gaspar me lanzó con tan mala leche que me atizó en un ojo.
20.17 Amigos de What´sApp
Mis amigos vienen a hacerme compañía a casa, traen una bolsa gigante de pipas y sólo podemos sentarnos en el sofá a hablar y comer pipas. Parecemos ni-nis. Ni-nis sin tele. Mis amigos aguantan dos minutos sin móvil y al rato se ponen a hablar por un grupo de What´sApp que más tarde descubro que se llama, ‘Gabri, el sin luces’. Los echo de casa. Tengo que acabar un monólogo que representaré este fin de semana, así que me pongo a ello. Normalmente escribo a ordenador los textos, pero hoy lo haré con papel y boli. Al rato, me doy cuenta que estoy totalmente distraído con un dispensador PEZ de Lobezno que traje de Nueva York y no he escrito nada. También pierdo mucho tiempo en el baño al hacer pis, intentando que todo el fluiido entre dentro de la taza, me guio por los sonidos y creo que acierto en un alto porcentaje. Mañana con luz evaluaremos daños.
22.00 Hago trampas por SyFy
En la hoja sólo he dibujado garabatos de muñecos en habitaciones sin luz y bebiendo cafés con grumos, así que creo que esta experiencia me está empezando a calar hondo. Después de mi día sin electricidad, en el que he sufrido más de lo esperado, creo que podré hacer trampas, así que cojo el Ipad (que ya con vistas dejé cargado) y lo enciendo para ver el estreno de ‘Revolution’ en Syfy. De este paso no diremos nada, es una mentirijilla piadosa.
Publicado originalmente en FHM el 5 de abril.
Gabri Calzado 